Huayra GNU/Linux fue el primer sistema operativo oficial desarrollado en la Argentina, y formaba parte del Programa Conectar Igualdad. Se desarrolló oficialmente hasta la versión 3.2 basada en Debian Buster si mal no recuerdo. Extraoficialmente fue actualizada hasta la versión 4.0 y tal vez se continúe. Es una buena distro educativa, e importante por ser la primera oficial. En el caso del Plan Conectar Igualdad, considero que era efectiva para suplir la necesidad de entregar un elemento de cómputo a todo alumno. En la época que se hizo, lo detectado no era tanto la incapacidad de contar con el hardware, sino el hecho que grupos familiares enteros no se proponían siquiera su adquisición, sumiendo en una apatía tecnológica de cariz generacional. En el país este elemento es muy marcado etariamente. Incluso se había dado la paradoja donde - pudiénsose comprar equipo - no se lo hacía por incomprensión técnica. Había que superar los condicionamientos que quedaban definidos en el estilo vacuo de "no es necesario para el pibe/es una cosa de clase media". Lo curioso es que no sucedía lo mismo con la telefonía celular, pero si se daba a nivel del cómputo educativo. Las consideraciones tal vez se reflejen en un clasismo de autoexclusión sumado a la ignorancia, insolidaridad, y a políticas de exclusión llana y directa. Un caldo corrosivo y poderoso del que no sólo es víctima el humilde, sino que es más tóxico en quienes se autoperciben como elite social. La existencia de un plan de entrega de hardware resaltó la necesidad de aplicar esta tecnología en la escuela, incluso al costo de una esquematización dirigista. Esto implica afrontar la necesidad de lo menos malo, sin interesar tanto "para qué se usa" sino regar la posibilidad inclusiva. La excusa de propaganda negativa, expuesta en generalidades como "escuchan cumbia con la netbook, juega jueguitos" refleja lo antedicho, y podía equivaler en el Siglo XXI a la ya clásica "desarman el parquet de eslavonia para hacerse un asado"... y requiere poco análisis. posterior. Lo importante radica en que el alumno tenga el equipo y aprenda qué es el software, qué puede hacer con el, incluso más que el docente. Se aduce naturalmente que los docentes estaban poco capacitados y no dejaba de ser cierto (en muchas ocasiones ni siquiera el docente contaba con computadora en su hogar). Se preguntarán cómo era eso posible. Y la respuesta es la misma que para el caso del alumno: en la Argentina la penetración digital era inferior al 40% de los hogares. Y no le digo antes que eso. Sin duda un equipo basado en hardware abierto hubiese sido lo ideal, en parte para permitir incorprorar compilaciones y arquitecturas nuevas. Pero la amplia extensión de la arquitectura x86_64 hizo tomar la determinación. Debemos tener en cuenta que estamos hablando de 11 años atrás. Las arquitectura ARM o MIPS - tan prometedoras hoy día, con sus portentosos 64 bits, múltiples núcleos de procesamiento, stacks gráficos supercompletos - no se encontraba siquiera en vidriera. Por demás, también estaba la coyuntura tecnológico-económica, que influyó también. En dicha época se había producido el crack de las subprime y la burbuja financiera de los EE.UU. En consideración de ello, la planificación descentralizada de la industria informática de dicho país había coincidido en proponerse instalar un hardware tipo netbook fabricado en Oriente (bajo costos que avala la manufactura semiesclava). El sentido tenía dos ejes de avance inter-relacionados. El hardware debía dpresentarse como una alternativa de venta inmediata y bajo costo. A su vez, interpretaban destinarla a un consumidor norteamericano seco como una galleta y requerido para utilizarlas como terminales livianas para ejecutar aplicaciones desde servidores remotos. Se imponía así, de paso, el concepto de "cómputo remoto como servicio cautivo", el cloud-computing). El resultado se logró a medias, pues dicho público no fue a consumir el formato y tendió a optar por otras alternativas ofrecidas por telefonía móvil adosada a cómputo esclavo... A nosotros nos permitió hacernos con el hardware a costo de chirolas para su integración local. No es malo eso, si la oportunidad sale. Que se pudiese hacer con software totalmente libre involucraba haber planificado directamente todo el R&D, y hubiese sido posible contando con mayor control del árbol tecnológico. Pero no se lo tenía de la forma en que se hubiese requerido, y al no tenerlo, hubiese llevado con mucha suerte tres o cuatro años desde su concepción a la integración. Esto era prohibitivo para el programa en su primera etapa. Pero podría hacerse en una segunda, si se planifica. Las experiencias positivas han existido, conozco el caso. En el caso de juegos para el aprendizaje, he podido contar con colaboraciones de quienes han hecho realidad efectiva tal tipo de proyectos. La juventud, puesta a jugar, es por demás creativa. Bajo la lógica Conducción, claro está, hace florecer versiones propias de los juegos que dan vueltas. Me recuerdo: -Carreras de fititos con "circuitos barriales" con el Dust2 (con pistas y personajes corredores/as inventados, algo que el original no tiene), -versiones con stopmotion de programas de pelea "el mórtal del konurbano" (con FX, luchadores y música propia, combos inventados también), -pibas que hacían novelas visuales con música grabada, dibujos, audio y fotos en el RenPy (que la verdad se podrían haber publicado, si hubiesen querido). -Desarrollo de música con la netbook, Montones de cosas, compiladas en la misma netbook y compartidas entre las escuelas. Sólo tenía que existir un docente con las ganas y la motivaciópn necesaria. Eso sirvió para que muchos alumnos aprendieran qué se puede hacer con la compu y sobre todo con el software libre. Y en esto no contamos las experiencias familiares (porque la netbook tendía a transformarse, con su limitado hardware y software, en el equipo de la casa). Se debería hacer de nuevo y se puede hacer.