Problemas de conexión --------------------- Mientras ayudaba al técnico instalador de la tv cable se dió un ida y vuelta sobre cuestiones técnicas que propició conversar sobre la cotidianeidad laboral, los tipos de contratación en la empresa donde está y la precarización laboral vivida. Muy de acuerdo en varias cosas, hacemos una pausa después del comentario "este país se va a la mierda", rememorando la famosa película Nueve Reinas. Siendo retomada la parla con el tema de la consciencia de clase sin considerarnos marxistas, pensando ambos que hay un problema grave entre la falta de trabajo y el consumismo sin sentido que sería lo único que propiciaría puestos de trabajo, malo para las relaciones laborales y malo para el planeta... etc. etc. Contando anécdotas entretenidas del oficio técnico, ahondamos en las preferencias personales como expresión o forma de vida, hasta que esa relajación se desvanece de repente. "Yo laburo de esto porque me doy maña y me hicieron la gamba para entrar, me gusta, ojo, pero lo mío es otra cosa. Yo en realidad soy faenador. Eso me encanta." (refiriéndose en detalle a matar y descuartizar vacas sistemáticamente para el consumo masivo). Y se me escapa un "Ah, serías como un asesino a sueldo"... Paw! Tan linda que venía la charla y una floreciente relación entre laburantes, colegas, hermanos de clase, que se marchita de prepo con un incómodo y seco "Bueno...". La respuesta fue considerada un mal chiste; ya no hay más lugar para absolutamente nada mas que las especificaciones técnicas de la nueva conexión. De repente un abismo entre ambos impide volver al nivel empático previo. Terminado el trabajo comienza la introspección y el pensar sobre cómo debería haber reaccionado para no desconectar y propiciar algo constructivo. Realmente difícil llegar a una conclusión. Sabido es que este mundo tiene costumbres o tradiciones que encima suelen ser parte de una identidad colectiva y están legalizadas y que además dan placer/relajación/ satisfacción/paz a quienes las practican; y que esas costumbres implican maltrato, tortura, crueldad, y vaya a saber cuántas cosas más. Si bien puedo encontrar puntos en común entre compas alienades que sufren de explotación, no puedo concebir que comerse a alguien siga siendo una celebración o necesidad. Más allá de aspirar a la unión y la organización de las harapientas muchedumbres del trabajo de manera horizontal, sin dirigentes ni política partidaria, en esta oportunidad la conexión se perdió y sé que fui yo quien cortó el cable. Me sigo preguntando cómo debería haber reaccionado para construir. Si se te ocurre algo espero leerte en leog@texto-plano.xyz .