Quizás era normal pero hace tiempo no conseguía un trabajo estable. De repente llegó y con ello el estrés y muchas cosas juntas. Espero que esto dure mucho tiempo aunque no niego que es difícil acostumbrarse a esta normalidad rara donde la oficina y la cama están al lado. Esta semana también se topó con la instalación de 6.9, el ataque de los pantallazos azules y hasta el día de la madre. Agradezco lo que tengo, aunque no siempre me siento bien. A veces tengo frío, a veces no veo la luz del sol, a veces tengo más cosas que hacer de las que puedo manejar, otras pienso que me voy a quedar solo y encerrado toda la vida.